Plantilla de Montigala

Plantilla de Montigala

lunes, 28 de junio de 2010

Paris

CAPITULO XIII El Cliente Loco

Capítulo XIII
El Cliente Loco


Como cada año, en diciembre, el consejero delegado de continente pasaba por los centro y hacíamos una cena con todos los directivos.

Durante la cena, en la cual no se comía casi, se estaba hablando todo el tiempo y haciendo preguntas. y nosotros solo comíamos cuando el comía y tenia la boca llena.
Nos solía felicitar por el esfuerzo del año y desearnos felices fiestas y que le disculpáramos a nuestras familias el tiempo que no podíamos estar con ellas

En un comentario, recuerdo que dijo “se acercan tiempos difíciles, las empresas que no sean competitivas desaparecerán. por lo que no podemos bajar la guardia. ademas es probable que en un tiempo cercano abramos las tiendas los domingos.”

Samuel Oxman, jefe de perecederos, le dijo “¿yo que me cambie de trabajo para no tener que trabajar los domingos, y ahora usted nos da esta noticia.” el consejero delegado le respondió “yo no tendría que ir al despacho los sábados por la tarde, y a menudo algún domingo, pero para evitar que alguien me quite la silla, voy a trabajar”.

Un día vino a la tienda un matrimonio, el cual hacia varios meses que compro un video y pretendía que se le hiciera el cambio, el jefe de sección. le dijo que debería de llamar al servicio técnico, el cual esta para estos casos. el se negó, se puso nervioso y se puso a gritar.

La señora del cliente se me acerco a mi y me dijo al oído: “cámbiaselo, porque con mi marido es imposible saber sus reacciones cuando se enfada”, yo pensé que era la técnica del bueno y el malo para que accediéramos al cambio. Pero no fue así, no paso ni cinco minutos cuando el cliente cogió el video y lo lanzo al aire , cayendo y destrozándose todo.

Aquello parecía la explosión de una bomba. los clientes corrían asustados, por suerte no le dio a ninguno y no hubo heridos .
El video en cuestión lo guarde durante cinco años por si a aquel loco se le ocurría volver a recogerlo.

Durante los primeros cinco años mi departamento. fue el que mas vendía de la compañía y con la mayor participación de venta del hipermerado.

Mas adelante, con mas dieciocho centros abiertos, ya fue imposible mantener el liderazgo. puesto que Alcobendas (Madrid) y Palma de Mallorca se pusieron en cabeza

CAPITULO XII El Trompetilla

CAPÍTULO XII
El trompetilla

Debido a mis buenos resultados me mandaron una semana a Sevilla para ayudar a negociar aportaciones de los proveedores para sacar rentabilidad y así suplir la menos venta que llevaba el centro.

El día que llegue me dieron un despacho con una cola de proveedores a fuera y me dijeron: aquí los tienes a pedir pasta.

Yo lo primero que pedí a Pedro Delgado, que era mi homologo en Sevilla, datos. como las compras que llevábamos de cada proveedor, % sobre el año anterior. tipo de mercancía que se les compraba... puesto que en aquellos tiempos muchos proveedores eran locales y no los conocía.

Me dijeron que lo estaban preparando, pero de momento me apañara sin nada.
Llame al primer proveedor, resulto ser un fabricante de filtros de campana, le pregunte las compras que llevábamos hechas de Enero a Octubre (la fechas que estábamos) y me comento que llevábamos comprados ochenta mil pesetas ,

Me quede atónito ¿como se puede citar a un proveedor con tan poco consumo para pedirle dinero? no me atrevía pedirle nada. era un fabricante que disponía de dos empleados, la mujer y el hijo.
De todas formas le conseguí que nos diera en mercancía un 10% de todo el consumo del año, fue penoso .

En otra ocasión, también en Sevilla, creo que fue el año siguiente. en este caso se hicieron las reuniones en el Hotel Porta Coeli. teníamos cuatro mesas separadas con biombos, con lo cual te enterabas de todo lo que se decía en la mesa vecina,

En la mesa de mi derecha estaba Pepe Piqueras, el trompetilla. le llamábamos el trompetilla porque cuando salíamos de noche, en el restaurante se ponía los dedos en los labios e imitaba la corneta. dicho elemento, un buenazo, cuando negociaba con un proveedor para pedirle algo, no consentía que se fuera sin dar nada, hasta el extremo que le oía decirle al representante de Tudor ( Batería de coche )que necesitaba que colaborara con cincuenta mil pesetas, ( 300€ ) cantidad muy pequeña por la importancia del proveedor .

Dicho proveedor se negaba rotundamente a colaborar. llegando al punto de pedirle cinco mil pesetas , realmente penoso yo nunca llegue a estos extremos. cuando un proveedor, por motivos x, no quería o no podía colaborar en este momento con una cantidad mínima decente, no se la aceptaba. consideraba que limosnas no debemos aceptar.