Plantilla de Montigala

Plantilla de Montigala

lunes, 28 de junio de 2010

CAPITULO XII El Trompetilla

CAPÍTULO XII
El trompetilla

Debido a mis buenos resultados me mandaron una semana a Sevilla para ayudar a negociar aportaciones de los proveedores para sacar rentabilidad y así suplir la menos venta que llevaba el centro.

El día que llegue me dieron un despacho con una cola de proveedores a fuera y me dijeron: aquí los tienes a pedir pasta.

Yo lo primero que pedí a Pedro Delgado, que era mi homologo en Sevilla, datos. como las compras que llevábamos de cada proveedor, % sobre el año anterior. tipo de mercancía que se les compraba... puesto que en aquellos tiempos muchos proveedores eran locales y no los conocía.

Me dijeron que lo estaban preparando, pero de momento me apañara sin nada.
Llame al primer proveedor, resulto ser un fabricante de filtros de campana, le pregunte las compras que llevábamos hechas de Enero a Octubre (la fechas que estábamos) y me comento que llevábamos comprados ochenta mil pesetas ,

Me quede atónito ¿como se puede citar a un proveedor con tan poco consumo para pedirle dinero? no me atrevía pedirle nada. era un fabricante que disponía de dos empleados, la mujer y el hijo.
De todas formas le conseguí que nos diera en mercancía un 10% de todo el consumo del año, fue penoso .

En otra ocasión, también en Sevilla, creo que fue el año siguiente. en este caso se hicieron las reuniones en el Hotel Porta Coeli. teníamos cuatro mesas separadas con biombos, con lo cual te enterabas de todo lo que se decía en la mesa vecina,

En la mesa de mi derecha estaba Pepe Piqueras, el trompetilla. le llamábamos el trompetilla porque cuando salíamos de noche, en el restaurante se ponía los dedos en los labios e imitaba la corneta. dicho elemento, un buenazo, cuando negociaba con un proveedor para pedirle algo, no consentía que se fuera sin dar nada, hasta el extremo que le oía decirle al representante de Tudor ( Batería de coche )que necesitaba que colaborara con cincuenta mil pesetas, ( 300€ ) cantidad muy pequeña por la importancia del proveedor .

Dicho proveedor se negaba rotundamente a colaborar. llegando al punto de pedirle cinco mil pesetas , realmente penoso yo nunca llegue a estos extremos. cuando un proveedor, por motivos x, no quería o no podía colaborar en este momento con una cantidad mínima decente, no se la aceptaba. consideraba que limosnas no debemos aceptar.

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