Capítulo XIV
Fantasmas en los inventarios
En noviembre de 1989 me diagnosticaron que tenia la vesícula biliar mal, y que me tenían que operar lo antes posible. al ir por privado conseguí que la operación fuera el día 15 de enero . digo este día porque el 10 teníamos inventario y en aquellos momentos me creía que era necesario el estar presente en algo tan importante. de todas formas el medico me dijo que si tenia un ataque antes de la fecha de la operación, fuera de urgencias y me operarían ,de todas formas me dio un régimen riguroso, para poder aguantar. llego el día del inventario y cual fue mi sorpresa, que los números salieron bastante mal, concreta mente en la secc. de imagen y sonido.
El peor de los nueve años que llevaba en la compañía, de todas formas yo ya no podía hacer nada puesto que a los pocos días pasaba por el quirofano.
La operación fue perfecta y a los tres días me visitaron en la clínica La Alianza de Barcelona mis compañeros de trabajo Josep Mª Ribas, Teodoro P. Sarrion y mi alumno aventajado Joaquin Esleyes. este ultimo es un licenciado en económicas con varios masters etc. etc. me lo pusieron en formación conmigo con la idea de que en poco tiempo llegara a director. puesto que con su preparación era lo mas lógico.
Bien, pues Joaquin, cuando entro en la habitación de la clínica se desmayo, casi tengo que auxiliarlo yo en vez de ayudarme a mi a levantarme de la cama .
A las cuatro semanas me dieron el alta, lo primero que hice fue revisar el inventario. cosa que ya había hecho Joaquin, y no encontré nada sospechoso de error, por lo que decidí hacer otro inventario al cuarto día de incorporarme al trabajo.
El resultado fue igual de mal, solo en un mes ya descuadraba en cuatro millones. algo que no se podía tolerar, de alguna forma el estar ausente durante este mes, demostró que yo no tenia nada que ver en los resultados, y la dirección decidió prescindir de los servicios del jefe de secc. de imagen y sonido. en su lugar puse a Daniel Abellan, jefe de secc. en ese momento en electrodomésticos, con veinte años y una antigüedad en la empresa de cuatro.
Daniel entro de botones a los dieciséis, paso luego a vendedor y a los diecinueve se le promociono a jefe de electro.
Al mes siguiente volvimos a hacer inventario de la sección en cuestión y cuadro casi a la peseta, por lo que se terminaron los problemas y se demostró que las decisiones que se tomaron, fueron acertadas.
A los pocos meses, a Joaquin Esleyes le comunicaron que lo trasladaban a Jerez de la Frontera para ocupar como titular un dto. esta decisión no fue de su agrado puesto, que la distancia de Girona donde vivía con su mujer, era mucha. ademas él no quería que su esposa dejara el trabajo de funcionaria de la Generalitat.de Catalunya.
Me confeso que estaba estudiando la posibilidad de dejar la compañía, yo intente convencerlo de que era su oportunidad de promocionar y casi le garantice que en dos años seria director de un centro, y de no ser así que me sentiría fracasado por mi parte.
No se si fueron mis palabras o su sentido común, pero al final decidió que su esposa pidiera una excedencia de dos años y se fue a Jerez
A los pocos meses ya era jefe de división. cuando nos encontrábamos en algunas ocasiones por Madrid le recordaba lo que le dije.
A los dos años aproximadamente lo hicieron director de hipermercado. a los pocos años volvió a Barcelona, pasando primero por Palma de Mallorca y luego fue mi director en Badalona.
En una ocasión me traslade a León y Valladolid, fui con Daniel Abellan en avión hasta Madrid. y desde allí en coche de alquiler hacia Valladolid
La anécdota fue en el viaje entre Valladolid y León, en el trayecto nos paro la guardia civil de trafico ,
El motivo, según me dijeron, era el exceso de velocidad en un cruce. en el cual deberíamos ir a setenta y el radar marco setenta y nueve. por lo que me tenían que multar.
Insistí al guardia que el coche era de alquiler y no se si funcionaba bien el contador, porque nosotros en ningún momento vimos que fuéramos con exceso de velocidad. ademas, que en vente años de conducir, nunca me habían multado y me sabia mal tener una mancha de este tipo.
El guardia dijo que lo sentía mucho, que reconocía que la diferencia era mínima, pero que el no podía hacer nada. pero me comento que a veces las fotos no salen, y en este caso, de no salir no me la mandarían .
Me dio el resguardo y nos fuimos, la multa no llego nunca. no se si el guardia pudo hacer algo o fueron otras fuerzas mayores, pero en verdad que nunca se supo nada mas .
lunes, 5 de julio de 2010
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